Cuando contratas un seguro de viaje internacional, no solo estás adquiriendo una póliza, sino
una red de protección que te acompaña en todo momento. A veces, los vuelos se retrasan, los hoteles cancelan reservas o surgen emergencias que te obligan a cambiar de planes. Con un seguro adecuado, puedes recuperar parte o la totalidad del dinero invertido, evitando perder grandes sumas por circunstancias fuera de tu control.