Siendo siempre competitivas

siendo siempre competitivas blog David Somoza

Por David Somoza Mosquera

Muchas son las preguntas que se hacen las empresas ante un mercado cambiante y globalizado como el actual y en cual los consumidores tienen un amplio espectro de alternativas entre las cuales escoger. Una de esas interrogantes, y quizás las más relevante, es: ¿Cómo mantenerse en el tiempo? La respuesta: siendo competitivas.

Así que el deber ser de una compañía es garantizar que siempre se destacara sobre su competencia, pero ¿cuál es la vía más adecuada para este desafío? La respuesta la da el experto Michael Porter con sus estrategias competitivas lanzadas en la década de 1980 y que, hasta la fecha, aún en la era digital, siguen siendo de uso generalizado porque han demostrado su efectividad.

Se trata de un conjunto de acciones ofensivas y defensivas que ponen en marcha las empresas para alcanzar una posición ventajosa frente a sus competidores, son las distintas posibilidades de las que dispone para posicionarse en un mercado. Ello, con el agregado, de mantenerse en el tiempo y lograr una mayor rentabilidad.

Así que este tipo de estrategia representa la forma y el medio para alcanzar la ventaja competitiva. El método Porter basa esta ventaja dentro de la estrategia genérica en función del liderazgo en costos, diferenciación del producto y segmentación del mercado.

Sin embargo, para que la estrategia sea exitosa debe ser coherente con los valores y las metas, con los recursos y capacidades de la empresa y su talento humano, con su entorno, con su estructura y sistemas organizativos.

 Y esto es fundamental porque en estos tiempos es difícil que una empresa sobreviva sin una estrategia competitiva, en la que aplique la experiencia acumulada, las economías de escala, el aprendizaje mediante las habilidades individuales y mejoras en las rutinas organizativas.

Las técnicas de mejoramiento de la producción -reingeniería y desarrollo e innovación de los procesos- y el rediseño del producto y componentes también tienen un peso significativo. 

De modo que las estrategias competitivas que desarrollan las empresas son un factor fundamental para saber la forma en que estas van a competir en los mercados y de ellas dependerá si se tiene o no éxito en su gestión empresarial. 

De allí que es clave que las compañías identifiquen la estrategia o conjunto de estrategias más eficaces para competir eficientemente. Solo estableciendo las adecuadas es que se pueden lograr las metas y objetivos que se han propuesto. Todo ello con el foco puesto en los consumidores, que son, en definitiva, la meta de las empresas para mantenerse en los nichos y segmentos del mercado.

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