El cónclave y los favoritos para suceder al papa Francisco

Conclave

Ciudad del Vaticano.- Tras la muerte del papa Francisco a los 88 años, el gobierno de la Iglesia Católica ha pasado al Colegio Cardenalicio. Se activa ahora un protocolo ancestral y de gran trascendencia: el cónclave, donde cardenales menores de 80 años elegirán al nuevo líder de la fe católica.

1. El proceso: Rito de secrecía 
Al quedar vacante la Santa Sede, el Colegio Cardenalicio se reúne en congregaciones generales en El Vaticano para debatir las necesidades y desafíos de la Iglesia. Las decisiones que sólo el papa puede tomar quedan en suspenso hasta la elección del nuevo pontífice.

Entre 15 y 20 días después del fallecimiento, los cardenales electores son convocados a la Basílica de San Pedro en Roma para celebrar una misa donde invocarán la guía del Espíritu Santo. Posteriormente, se encierran en la Capilla Sixtina, prestando juramento de absoluto secreto y quedando incomunicados con el mundo exterior hasta que se nombre a un nuevo Papa.

La votación es secreta, y cada cardenal deposita una papeleta doblada en un cáliz tras una oración frente al fresco del Juicio Final de Miguel Ángel. Cada día se realizan dos rondas de votación (mañana y tarde), excepto el primer día que es sólo una. Para ser elegido papa, un cardenal necesita obtener una mayoría de dos tercios de los votos del Colegio Cardenalicio.

El conteo de votos se realiza en voz alta y es registrado por tres cardenales designados. Si ningún candidato alcanza la mayoría requerida, las papeletas se queman en una estufa produciendo humo negro. Una vez que un cardenal obtiene los votos necesarios y acepta la elección, eligiendo un nombre papal, las papeletas de esa ronda se queman con otra sustancia, generando humo blanco, señal inequívoca para el mundo de que un nuevo papa ha sido elegido. 

Finalmente, el cardenal diácono mayor anuncia desde el balcón de San Pedro el "Habemus Papam" (Tenemos Papa), y el nuevo pontífice aparece para dar su primera bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo).

El cónclave que se avecina será particularmente significativo. Jorge Bergoglio (papa Francisco) renovó la mayoría del Colegio Cardenalicio, priorizando a purpurados más cercanos a su pensamiento y universalizando el cuerpo cardenalicio con representantes de todos los continentes. De los 140 cardenales electores, 110 fueron designados por Francisco. Esta composición refleja una Iglesia con una mayor representación de países que antes tenían poca presencia en la elección papal, especialmente de Asia y África. Sin embargo, esta mayoría no garantiza la continuidad del pensamiento de Francisco, ya que existen divisiones entre progresistas, moderados y conservadores dentro del Colegio Cardenalicio.

2. Abanico de posiciones
La elección del sucesor de Francisco definirá el rumbo de la Iglesia Católica en los próximos años. Si bien Francisco impulsó una visión progresista y universal, no se asegura la continuidad de su impronta, y se anticipa una "ofensiva conservadora". Los nombres que circulan como posibles sucesores representan diversas corrientes dentro de la Iglesia:

  • Matteo Zuppi (69 años, Italia): Arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Cercano a Francisco y a la Comunidad de Sant’Egidio, se le considera el candidato del progresismo. Apoya la opción del celibato sacerdotal, una Iglesia sinodal y la unión legal de parejas del mismo sexo. Su cercanía al papa saliente podría ser tanto una ventaja como una desventaja, generando resistencia en sectores conservadores y siendo italiano.
  • Luis Antonio Tagle (67 años, Filipinas): Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. También del ala progresista, con un enfoque pastoral basado en la misericordia, la inclusión y la justicia social. Se le ha llamado el "Francisco asiático" por sus similitudes con Bergoglio. Sin embargo, algunos cuestionan su experiencia administrativa.
  • Pietro Parolin (70 años, Italia): Secretario de Estado del Vaticano. Considerado una figura moderada por su diplomacia y pragmatismo, pese a su cercanía a Francisco. Su larga trayectoria diplomática lo convierte en una figura respetada, aunque históricamente los secretarios de Estado no suelen ser elegidos papas.
  • Péter Erdő (72 años, Hungría): Arzobispo de Esztergom-Budapest. Representa el ala conservadora de la Iglesia. Se opone a la aceptación de uniones homosexuales y tiene una visión tradicional del matrimonio. Fue considerado un fuerte candidato en 2013.
  • Otros nombres que se mencionan, con diferentes perfiles y apoyos, incluyen a Raymond Leo Burke (76 años, Estados Unidos), representante de la línea ultraconservadora y crítico de Francisco; Willem Eijk (71 años, Países Bajos), de tendencia conservadora; Peter Turkson (76 años, Ghana), con un perfil progresista y potencial primer papa africano; Jean-Marc Aveline (66 años, Francia), visto como cercano a Francisco; y Jean Claude Hollerich (66 años, Luxemburgo), considerado uno de los más progresistas.

La elección del nuevo papa es una incógnita. La composición del Colegio Cardenalicio, mayoritariamente renovado por Francisco, podría sugerir una continuidad de su visión. No obstante, la significativa oposición conservadora buscará un líder que represente un cambio de rumbo. Algunos especialistas consideran menos probable la elección de un latinoamericano o norteamericano, inclinándose por un africano. En última instancia, los cardenales deberán discernir qué rumbo consideran mejor para la Iglesia Católica en este momento histórico.

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