Plaza Izazaga 89 reabre sin cobro de renta para locatarios hasta junio

Luego de 92 días cerrada, la Plaza Izazaga 89, ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc, reabrió sus puertas este viernes bajo un acuerdo entre la administración y los locatarios para exentar el pago de renta hasta junio. La medida busca apoyar a los comerciantes tras más de tres meses sin operar, luego de que el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) clausurara el lugar el 30 de noviembre.

A través de una manta colocada en uno de los accesos de la plaza, la administración informó que el arrendamiento estará condonado en su totalidad de febrero a mayo. Durante este periodo, los comerciantes únicamente deberán cubrir los pagos correspondientes a luz y mantenimiento. A partir de junio, el cobro del alquiler se restablecerá de manera gradual. En los meses de junio y julio, los locatarios pagarán solo el 50% del monto de la renta, mientras que en agosto este porcentaje aumentará al 60%. Para septiembre y octubre, el arrendamiento deberá cubrirse en un 70%, con el pago completo de los servicios de luz y mantenimiento.

La plaza fue clausurada en noviembre pasado, luego de que elementos policiacos decomisaran 262,334 artículos de origen asiático que no contaban con los permisos de importación correspondientes. Esta fue la tercera vez en 2024 que el inmueble era cerrado por las autoridades.

Comerciantes de la plaza señalaron que la reapertura del lugar se realizó sin previo aviso, lo que ha dificultado la reactivación de sus negocios.

Antes de su clausura, Plaza Izazaga 89 era un punto de referencia en la Ciudad de México para compradores de todo tipo. Desde clientes ocasionales en busca de artículos a bajo costo hasta pequeños y medianos empresarios que acudían al lugar para abastecerse de mercancía. En sus pasillos se pueden encontrar productos variados, que van desde artículos para el hogar, juguetes y ropa, hasta bicicletas eléctricas, monopatines y dispositivos electrónicos.

El sitio funciona como un centro de distribución, donde comerciantes de tianguis y negocios físicos compraban en mayoreo para después revender. La diversidad de productos y los precios competitivos hicieron de la plaza un lugar atractivo para quienes buscaban surtirse de mercancía importada, aunque la falta de regulación sobre los artículos comercializados derivó en múltiples operativos y decomisos por parte de las autoridades.

Con información de El Universal

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