AS Roma vence al Athletic con gol en tiempo de compensación

Europa League

En el último suspiro, cuando el partido estaba casi muerto, el Athletic pagó el desgaste de los últimos minutos con un hombre menos tras la expulsión de Yerai y encajó el tanto de Eldor Shomurodov, verdugo del esfuerzo de los 'leones', obligados a remontar en San Mamés al Roma (2-1) para estar en cuartos de final de la Liga Europa.

Se intercambiaron papeles Roma y Athletic respecto al último enfrentamiento de septiembre. Golpearon primero los 'leones' con el gol de cabeza de Iñaki Williams, pero se recompuso la 'Loba' con el zapatazo de Angeliño para instigar una remontada que castigó en exceso a los vascos, mermados por la expulsión de Yerai y comprometidos a la épica en casa en una semana.

El respeto entre dos equipos que atraviesan un momento muy bueno en la temporada marcó el ritmo de un duelo igualadísimo, con dominio repartido en el feudo romanista pero en la que la virtud de Paulo Dybala fue el determinante para que las ocasiones más claras cayeran del lado de la 'Loba' en la primera mitad.

Fue solo eso, porque la realidad es que el Athletic saltó campo convencido de su nivel, de sus posibilidades, y sin temor a un estadio a reventar de banderas 'giallorossi'. Presionó alto con éxito, buscó a Nico en banda izquierda, buscó a Iñaki en banda derecha, marcó con intensidad cada disputa -3 amarillas en primera mitad- y Maroan se pegó en cada jugada con Mancini, en un duelo de titanes que replicaron Dovbyk y Vivian en el otro lado.

Determinante en este sentido el ucraniano, poste inamovible en el que se apoyó el Roma en cada salida de balón para ganar metros. Dejó muy bien de cara el ariete y el Roma comenzó su construcción a partir de ahí hasta que se ganó una ocasión muy clara en el minuto 23 que además acarreó la lesión de Vivian.

Lanzó en largo Pisilli y encontró Dovbyk, potente y veloz, la espalda del campeón de Eurocopa, al que regateó dentro el área para quedarse solo ante Agirrzabala. Se resbaló y mandó al limbo la ocasión. Vivian pidió el cambio, entró Paredes.

Insistió el combinado de Claudio Ranieri pese a sentir constantemente la asfixiante presión de los del 'Txingurri' Valverde a todo campo. Y encontró petróleo en un mal despeje de Yerai que permitió a Baldanzi aguantar la posición y dejar de cara a la llegada de Dybala, que con más autoridad que sutileza, cosa poco habitual en él, sacó un fusil que se estrelló en el larguero.

Se animó el Olímpico y, curiosamente, ante la adversidad, se creció el Athletic, que encontró en los dos últimos ataques, con un remate de cabeza de Yerai y otro de primeras de Maroan la confianza necesaria para recomponerse tras esos minutos de zozobra después de la ocasión de la 'Joya'.

Tan importante fue esa pequeña reacción que significó el tanto de Iñaki Williams nada más comenzar el segundo acto, con un remate de cabeza al segundo palo tras la peinada de Paredes. Dio un golpe durísimo el Athletic que, sin embargo, lejos de hundir al Roma, provocó su reacción.

Tardó apenas 6 minutos en responder en casa, en marcar territorio. Baldanzi desaprovechó una muy clara y Pisilli lo intentó de volea. Dos avisos que precedieron a la jugada clave. Celik se prodigó en banda derecha, llegó a línea de fondo y dejó atrás para que Angeliño, desde el punto de penalti, libre de marca, definiera con la derecha para empatar.

Soñó el Athletic la épica final, con al conquista del coliseo particular del Roma, pero el disparo de Berenguer, a bocajarro desde el punto de penalti tras el pase Iñaki, se marchó muy alto cuando tenía todo a su favor.

Una jugada de la que se acordarán bien los 'athleticzales', pues poco después, la expulsión de Yerai por doble amarilla acabó hundiendo al Athletic, que terminó encerrado, sucumbiendo a la insistencia de un Shomurodov inspirado, asistido por Saelemaekers entre una maraña de piernas para, a la media vuelta superar a Agirrezabala y dejar al Athletic con la miel en los labios.

cmb

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