La profecía del Papa Negro: el misterio que resurge tras la muerte de Francisco I
La muerte del papa Francisco a los 87 años ha generado conmoción en el mundo católico y ha reavivado antiguas profecías sobre el destino de la Iglesia. El pontífice falleció este 21 de abril, justo después de la Semana Santa, luego de varias semanas en las que su estado de salud se reportaba como crítico y de una aparente mejoría.
Jorge Mario Bergoglio, primer papa jesuita de la historia y el primero originario de América, asumió el cargo en marzo de 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI. Su pontificado estuvo marcado por una postura pastoral y por diversas reformas internas que generaron tanto apoyo como controversia dentro del Vaticano.
En medio de la conmoción por su muerte, ha resurgido la llamada "profecía del Papa Negro", atribuida a San Malaquías, un obispo irlandés del siglo XII que habría escrito una lista de lemas que describen a cada sumo pontífice hasta el fin de los tiempos. Según esta profecía, Francisco sería el último papa antes de un periodo de grandes tribulaciones para la Iglesia. El último nombre en la lista corresponde a "Pedro el Romano", quien, según los escritos, presidiría la Iglesia en medio de una gran persecución y vería la destrucción de Roma.
El término "Papa Negro" ha sido interpretado de diversas maneras. Para algunos, haría referencia a un pontífice jesuita, dado que el superior de la Compañía de Jesús es conocido tradicionalmente con ese título. Francisco, cuyo nombre secular era Jorge Mario Bergoglio, pertenecía a esta orden religiosa, lo que ha generado conjeturas sobre si su elección en 2013 ya cumplía con la profecía.
Para otros, el término haría alusión al origen étnico del pontífice, por lo que no son pocos los que especulan que la profecía se refiere a un Papa africano.
Con la sede vacante, el Vaticano deberá convocar a un cónclave en los próximos días para que los cardenales elijan a un nuevo líder de la Iglesia católica. Mientras tanto, las miradas del mundo se concentran en Roma, a la espera de conocer el nombre del sucesor de Francisco y el rumbo que tomará la Iglesia en una nueva etapa.