Kenia impone un toque de queda en la zona donde busca muertos de una secta
Nairobi.- El Gobierno de Kenia impuso este miércoles un toque de queda de treinta días en la zona del sur del país en la que han muerto al menos 89 presuntos miembros de una secta que fallecieron por ayuno para reunirse con Jesucristo, donde siguen las excavaciones en busca de más cadáveres de seguidores de ese culto.
En una circular, el ministro del Interior, Kithure Kindiki, declaró un toque de queda que regirá un mes desde las 18:00 hora local (15:00 GMT) hasta las 06:00 hora local (03:00 GMT) en el rancho de Chakama, en el bosque de Shakahola.
"El área es una zona de operación de seguridad activa y no se permitirá el acceso del público a partir de hoy, 26 de abril de 2023, excepto según lo permita el comandante de la operación y/o hasta que se anulen estas órdenes, subrayó Kindiki.
"También se han declarado y publicado órdenes de toque de queda dentro de dicha área. No habrá reuniones públicas, procesiones o movimiento, ya sea solo o en grupo durante el período de toque de queda dentro y fuera del rancho Chakama", agregó el ministro.
Además, el Gobierno ha establecido un centro de información pública, rastreo y apoyo a la entrada del rancho, donde los ciudadanos pueden reportar cualquier información sobre personas desaparecidas.
La Cruz Roja de Kenia advirtió hoy de que "la gran cantidad de cuerpos del incidente de Shakahola continúa abrumando a las instalaciones en el condado de Kilifi", territorio en el que se encuentra el lugar de las excavaciones.
Para apoyar al condado llegó hoy "un contenedor refrigerado que se utilizará como depósito de cadáveres improvisado para los cuerpos recuperados del lugar", precisó la Cruz Roja.
Kindiki ya desveló este martes, cuando visitó Shakahola, que el número de muertos asciende a 89, una cifra que las autoridades temen que aumente mientras continúan las exhumaciones de cadáveres.
"La investigación continuará y no sabemos cuántos cadáveres posiblemente descubriremos", advirtió el ministro, quien añadió que las autoridades han rescatado con vida a 34 personas.
"Estamos siguiendo una serie de pistas y quiero asegurarles a los kenianos y al resto del mundo que haremos lo que sea necesario para llegar hasta el fondo de este asunto y establecer la verdad", indicó el titular keniano de Interior, quien cree que el caso puede dar pie a la formulación de cargos de "terrorismo y "genocidio" .
En la cifra de muertos están incluidos, además de los cuerpos hallados en la zona boscosa, al menos ocho personas que fallecieron en el hospital por su mal estado después de ser rescatadas.
El número de muertos es tan alto que la morgue de la turística ciudad costera de Malindi, a unos setenta kilómetros, ya ha alcanzado su máxima capacidad.
Según indicó la Cruz Roja a última hora de este lunes, residentes de la zona han denunciado la desaparición de al menos 210 personas.
El presidente de Kenia, William Ruto, condenó ese día este suceso como un acto de "terrorismo" y aseguró que el país no tolerará "a las personas que predican sermones engañosos que causan muertes".
Ruto señaló que el pastor de la iglesia que presuntamente convenció a decenas de kenianos de ayunar hasta morir, Paul Mackenzie Nthenge, de la conocida como Good News International Church (Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas), "debe estar" en una cárcel.
El pasado 13 de abril y tras recibir una filtración, la Policía hizo una redada en el lugar donde los seguidores de Nthenge mantenían el ayuno y rescataron a quince personas, pero cuatro de ellas murieron de camino al hospital de Malindi.
Esa operación policial desencadenó las actuales excavaciones en busca de tumbas.
Nthenge, un extaxista, está bajo custodia policial desde el pasado día 14 y pendiente de una comparecencia judicial programada para el próximo 2 de mayo junto a otros trece sospechosos.
El pasado marzo, el controvertido pastor ya fue detenido después de ser acusado de estar tras la muerte de dos niños en circunstancias similares, pero fue puesto en libertad bajo fianza.