Bad Bunny anuncia una histórica serie de 21 conciertos en el Coliseo de Puerto Rico
San Juan.- Bad Bunny anunció este lunes una histórica serie de 21 conciertos en el Coliseo de Puerto Rico, que comenzará en julio bajo el título 'No me quiero ir de aquí'.
Este anuncio llega tras el lanzamiento hace una semana de su último álbum, 'Debí tirar más fotos', que es un homenaje a su isla natal y ha logrado un éxito mundial inmediato fusionando reguetón con salsa y plena.
También se da un día después de que aparecieran frente al Coliseo dos sillas como las de la portada del disco, lo que ya hizo pensar que se avecinaban conciertos.
El artista urbano marca así un récord de conciertos consecutivos en la principal sala de espectáculos de Puerto Rico, superando las 14 funciones del dúo de reguetón Wisin y Yandel.
Producidos por Noah Assad Presents / Move Concerts, los conciertos arrancan el 11 de julio y se llevarán a cabo todos los fines de semana, de viernes a domingo.
En línea con el emotivo homenaje a su isla que supone el disco, las primeras nueve funciones serán exclusivamente para residentes de Puerto Rico.
Los boletos para estos conciertos saldrán a la venta el miércoles, 15 de enero, y solo estarán disponibles para comprar en persona en varios locales de la isla.
Las funciones previstas a partir del 1 de agosto están abiertas tanto a los residentes de Puerto Rico como al resto de fanáticos de distintas partes del mundo.
También se están ofreciendo experiencias VIP que incluyen una estadía de hotel dos noches, boletos premium y entrada prioritaria al concierto, bolsas de regalos VIP de edición limitada y acceso al Bad Bunny VIP Experience.
Compuesto por 17 canciones, el sexto álbum de estudio de Bad Bunny cuenta con las colaboraciones de Rainao en el tema 'Perfumito nuevo'; Chuwi en 'Weltita'; Dei V y Omar Courtz en 'Veldá', y Pleneros de la Cresta en 'Café con ron'.
Otras de las canciones del disco son 'Nuevayol', 'Voy a llevarte pa' PR', 'Baile inolvidable', 'El clúb', 'Pitorro de coco' y 'Lo que le pasó a Hawaii'.
Los temas hablan de problemas que sufre Puerto Rico como la migración a Estados Unidos y la gentrificación, y ponen en valor ritmos musicales típicos de la isla como la salsa y la plena.