Real Madrid estalla contra los árbitros previo a la final de la Copa del Rey
Ciudad de México.- El Real Madrid ha encendido la polémica a pocas horas de disputar la final de la Copa del Rey 2025 ante el FC Barcelona, luego de emitir un comunicado oficial en el que denuncia una “clara animadversión y hostilidad” por parte del equipo arbitral designado para el encuentro.
A través de sus canales oficiales, el club blanco criticó duramente las declaraciones realizadas por los colegiados Ricardo de Burgos Bengoechea (árbitro principal) y Pablo González Fuertes (encargado del VAR), quienes lamentaron públicamente la presión mediática que reciben, particularmente desde medios como Real Madrid TV.
“Estas manifestaciones, a escasas horas de la final, son inadmisibles y demuestran una vez más una clara y manifiesta animadversión hacia nuestro club”, expresa el comunicado.
Además, el conjunto merengue decidió no asistir a los actos oficiales previos organizados por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), incluyendo la conferencia de prensa, el entrenamiento en el estadio La Cartuja de Sevilla y la cena protocolaria a la que debía acudir su presidente, Florentino Pérez.
La reacción arbitral que encendió la mecha
La rueda de prensa de los árbitros fue insólitamente emotiva. De Burgos Bengoechea, con lágrimas en los ojos, denunció el impacto que tienen los constantes ataques a los colegiados en sus vidas personales: “Mi hijo ha tenido que escuchar que su padre es un ladrón”. Por su parte, González Fuertes advirtió que el gremio arbitral “va a tomar medidas” y que el Comité Técnico de Árbitros “hará historia”.
Estas declaraciones provocaron una respuesta inmediata del Real Madrid, que considera que ambos árbitros quedan inhabilitados para dirigir con imparcialidad la gran final del sábado.
Una final bajo tensión
Aunque el club no ha solicitado formalmente el cambio de árbitros, fuentes madridistas afirman que esperan una reacción contundente por parte de la RFEF. La tensión crece mientras se aproxima el pitazo inicial en La Cartuja, en un clásico que ya arde antes de jugarse.
La polémica añade un ingrediente extra a un partido que, por sí solo, ya centraba la atención de millones de aficionados alrededor del mundo.