Jóvenes: junto a bandera Palestina izar la de la clase obrera

Por Florentino López Martínez

El pasado jueves 2 de mayo, estudiantes y colectivos de distintas escuelas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), instalaron un campamento en las afueras de Rectoría, en solidaridad con el pueblo Palestino, haciendo eco de las movilizaciones estudiantiles que se han propagado por todo Estados Unidos. 

Allá, las movilizaciones estudiantiles en forma de campamentos en sitios simbólicos de cada universi-dad, iniciaron el 17 de abril en la Universidad de Columbia, reclamando el alto al genocidio en la Franja de Gaza y la ruptura de los convenios entre sus instituciones con las empresas que financian la masacre contra el pueblo palestino.

La incursión policiaca contra ese primer campamento, propinó golpes a los manifestantes y se llevó a 100 estudiantes detenidos, provocó indignación en miles de jóvenes de todo el país, quienes inmedia-tamente replicaron esta acción que hoy está alcanzando a más de 125 universidades, entre las que se encuentran instituciones tan prestigiosas como el Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universi-dad de Harvard. 

Son decenas de miles de estudiantes cuya presión ha obligado a poner en primer plano la cuestión Pales-tina en este país que ha destinado más recursos económicos, tecnológicos y militares que cualquier otro país en el mundo, para que Israel asesine a mas de 35 mil palestinos, deje malherido a más de 80 mil y desplace a 2 millones de personas que viven en condiciones infrahumanas. 

La oligarquía financiera gobernante en Estados Unidos, fiel a su tradición fascista y sionista, lejos de reconocer la justeza de los reclamos, inició una cacería de brujas, que empezó poniendo en el banquillo de los acusados a los propios rectores citando a algunos de ellos a declarar en la cámara de representan-tes y promoviendo que la gran mayoría de las autoridades universitarias solicite la intervención policial para reprimir brutalmente al movimiento estudiantil, que a la fecha acumula cerca de 2 mil jóvenes dete-nidos y otros miles amenazados de ser expulsados de las universidades.

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EFE

Las acusaciones contra los jóvenes son variadas y burdas: antisemitismo, fascismo, violencia; a pesar de la gran escalada represiva, las manifestaciones no cesan y siguen creciendo; no sólo en Estados Unidos, de hecho antes, aunque no en esta magnitud, ya se habían dado manifestaciones estudiantiles en Reino Unido, Francia y Alemania, por mencionar los más emblemáticos, cuyos países también forman parte del selecto grupo de potencias imperialistas que prestan apoyo económico y militar al sionismo israelí en su cometido genocida.
 
Ahora, en la UNAM, la Universidad más importante de America Latina, está tendiendo el primer eco de esta lucha. El campamento, en las islas de Ciudad Universitaria viene a ser una gran chispa para el movimiento estudiantil en Mexico que viene de un gran golpe que le propinó el Estado con la llegada del actual gobierno y otro tanto la pasada pandemia.

Son muy jóvenes quienes han de cuidar esta chispa, alimentarla para enender el corazón de toda su ge-neración; para ello, siempre será indispensable recuperar las grandes enseñanzas de los movimientos es-tudiantiles del 68, del CEU(1986-87) y del CGH (1999-2001), sólo así, este movimiento logrará tras-cender. 

Es una alegría saber que los jóvenes de hoy sean protagonistas de la lucha de clases y abracen la causa Palestina; pero nadie nos perdonará si no advertimos que este movimiento tiene un gran riesgo de con-vertirse en una moda más u otras formas que el postmodernismo suele impregnar a las luchas juveniles, conduciéndolos al abismo de la pequeña burguesía. 

El único camino que hoy tiene la juventud, para trascender su lucha más allá, es conectándolo con los múltiples nervios que tiene la lucha obrera en todos nuestros países; superando la idea de que el genoci-dio en Palestina podrá detenérsele solo en el campus universitario. Claro que este levantamiento estu-diantil es un gran resplandor que ilumina la lucha contra este hecho criminal, pero es indispensable reco-nocer que es el propio sistema capitalista imperialista el que lleva en su ADN la esencia antihumana. Por lo tanto, la lucha real contra cualquier guerra imperialista más temprano que tarde terminará siendo una lucha contra el propio sistema capitalista.

Este 7 de mayo se cumplen 7 meses (214 días) desde que inició la ofensiva sionista contra la franja de Gaza; y los jóvenes del mundo y en la UNAM se levantan por Palestina. En este contexto y para tras-cender los senderos de nuestra lucha hay que exclamar fuerte y claro: ¡Jóvenes del mundo: junto a la bandera de Palestina, hay que izar la bandera de la clase obrera! 
 

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